Google ha sorprendido a propios y extraños con un rediseño de la web de Google Play para darle un estilo mucho más similar al que tiene la aplicación oficial de Android, en un claro intento de unificación entre ambas plataformas.
Con esta nueva apariencia se le da un mayor protagonismo a las aplicaciones, con iconos y logos de mayor tamaño para captar la atención del usuario. Sin embargo, también parece que deja algo más ocultos los respectivos datos de cada una, que quedan en la zona inferior de su propia sección.
Entre otros cambios negativos, se ha perdido la capacidad de desinstalar aplicaciones desde la web, una función realmente útil ya que permitía la entera gestión de aplicaciones sin necesidad de realizar las operaciones desde el teléfono.
Como punto a favor, destacar la mayor utilización de AJAX, que permite cargar sólo los elementos solicitados sin necesidad de tener que volver a cargar toda la web de nuevo, lo que agiliza muchísimo la navegación y aumenta la velocidad de carga de la misma.